Todos mentimos

Es increíble como los humanos juzgamos a los que mienten, siendo nosotros mismos los más mentirosos. Culpamos a los demás, por cosas que nosotros también habríamos hecho estando en la misma situación, o que quizá incluso ya hayamos hecho. Todo lo que hacemos tiene una doble intención. Todo lo que hacemos es por algún motivo. Siempre tenemos una meta. Una meta que intentamos alcanzar muchas veces sin importarnos quién se queda en el camino. Y eso es totalmente egoísta. ¿Pero si es lo que todos hacemos, continúa siendo algo egoísta? Somos incapaces de vivir sin un objetivo, sin algo que hacer, y por eso siempre estamos en busca de algo. Hay veces que olvidamos que lo que hacemos lo hacemos por conseguir aquello que íbamos buscando, y ahí es cuando la mayoría de nosotros se rinde, y deja de ir en busca de lo que quiere él mismo, para empezar a ir en busca de lo que los demás quieren que quiera.

Estamos tan influidos por los demás, que casi nadie vive haciendo lo que de verdad  le gusta. Muchas veces por miedo, ya que hacemos caso de lo que nos han dicho otros. Si nos han dicho que hacer algo es imposible, intentarlo sería una locura, pero la verdad es, que si nadie hubiera intentado nunca algo que hasta el momento había sido imposible, nunca habría existido nada de lo que hasta ahora conocemos. Algo imposible, es lo mismo que algo que no ha sido hecho nunca, siempre puede haber un primero en conseguirlo, y ese podría ser cualquiera que lo intentara.