Tuesday 17 May 2011

¿De verdad somos libres?



¿Existen en realidad las cosas buenas y las cosas malas? Nosotros les hemos dado esa clasificación, y puede que no estuviéramos del todo en lo correcto. Quizá lo que hemos dicho que es malo, es bueno, y viceversa. Quizá estemos cometiendo un grave error al encerrar a un violador en la cárcel, en vez de a una abuelita que esta en su casa tranquilamente haciendo un pastel para sus nietos. ¿No lo parece verdad? Pero puede que si nuestros conceptos del bien y el mal se hubieran desarrollado de otra manera, ahora sería esa abuelita la que estaría encerrada, y no el violador.
¿Cómo sabemos que lo que se supone que es lo correcto de verdad lo es? ¿Cómo sabemos que no estamos equivocados?
Seguimos las reglas que nos han dictado, sin ni si quiera poder objetar. No tenemos elección. Tenemos que suponer que ellos tienen razón para justificar todo lo que hacemos. Y si hacemos algo que a nosotros nos parece lo correcto, pero que a ellos no, tendremos que sufrir su castigo.
¿Pero quién les ha dado ese poder? ¿Quién les ha dejado dirigir nuestras vidas, y hacer lo que quieran con ellas?
Solo porque ellos mandan, son ellos los que tienen la razón. Porque “ellos” nunca se equivocan, “ellos” están en lo cierto. ¿Es justo que tengamos que vivir siguiendo unas reglas que nos han impuesto?
Lo que si es verdad es que nosotros elegimos ese gobierno. Nosotros a través de una votación decidimos que eso era lo que queríamos, y como nos han dado ese derecho, creemos que nosotros controlamos lo que pasa, pero no es cierto. La realidad es que aunque podemos elegir, no elegimos lo que de verdad queremos, elegimos al candidato que más se acerca a lo que nosotros deseamos. Pero nunca podremos vivir bajo nuestras propias reglas, a pesar de que se supone que somos libres. Esto a ocurrido, por la obsesión que tenemos los humanos con el poder. Deseamos controlarlo todo, aún sin ser nuestra, gobernamos sobre la tierra. Obligamos a los demás a seguir nuestras normas. Como si hubiera habido un golpe de estado contra la propia naturaleza, y nos hubiéramos proclamado a nosotros mismos reyes de la tierra.
¿Por qué si todos nacemos iguales, tiene que haber distinciones entre unos y otros? ¿Por qué unos mandan y otros obedecen? ¿Tenemos que creer que lo que hacemos está bien solo porque nos han dicho que lo está? ¿Quién decide eso?

¿Debemos dejar que esto siga siendo así, o revelarnos contra ellos marcando nuestras propias reglas?

3 comments:

  1. tu escribe muy bien!
    (¿Por qué si todos nacemos iguales, tiene que haber distinciones entre unos y otros? ) Me gustó mucho esta parte..

    te sigo!
    besos

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  2. Me gusta tu blog.Te sigo! Pasate :) http://goldenights.blogspot.com/

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